miércoles, 7 de marzo de 2012

Esa noche.

Me tocaba una de esas visitas rutinarias al hospital, esas que eran solo para que los medicos me recuerden la cara. Y bueno, no fue lo mismo de siempre. Cierto comentario de mi queridisimo medico nos hizo bajar, a mi viejo y a mi, de una forma bestial. No veníamos muy bien de animo ninguno de los dos, yo casi que menos, y así sin mucha vuelta el tipo largo el comentario: 

Mira, a tal señor tardo 4 años en llegarle el corazón. OK.

Después de que estas palabras salgan de su boca tan amable, se me hizo un nudo en la garganta y lo único que quería era irme de ahí. No esperábamos nada diferente ni tampoco que nos diga: SI, MAÑANA SE TERMINA TODO. No, no esperaba eso, pero lo que nos dijo tampoco.
Yo sabia que a mi viejo le había causado la misma sensación. Como yo, el ya no tenia mas ganas de estar en Capital viviendo en un hotel, lo que menos necesitábamos eran palabras así. 
No me aguante y apenas salí del hospital me largue a llorar. Mi viejo se alejo para hablar por teléfono, me conoce y sabe que cuando me pongo así, necesito un minuto para tranquilizarme. 
No hablamos en todo el día, hasta que a la noche me pregunto si a mi me molestaba que el se viniera a Mar de Ajo, mi respuesta fue que no me molestaba, al contrario, quería estar sola. Los dos sabíamos que por un lado era un error que me quede sola, tenia la depresión presentándose dándome la mano y diciendo: MUCHO GUSTO VENGO A SER TU AMIGA. Y si, así fue, se vino a Mar de Ajo y yo lo único que hacia era mirar la televisión sin mirar, fumar y llorar. No salia de la habitación, no comía, solo pensaba y fumaba. 
Después de un par de días en ese estado, fingiendole a mi viejo que estaba muy bien sola, llegue a pensar la mejor forma de suicidarme. 
Me frenaban muchas cosas, principalmente mi hermano. Me ponía en su lugar y yo sabia que si el hace algo así no podría soportarlo. 
Después pensaba en el lío que se hubiera armado en el hotel, en lo espantoso que seria para mi viejo encontrarme muerta, en el tiempo que le hice perder a mi viejo en Capital tomando esa decisión tan tarde. 
Ese tiempo que estuve sola, pensé barbaridades de cosas, demasiado.

Quería desaparecer, me sentía una carga para todo el mundo, para mi misma, mi vida no servia así y yo con mi negatividad la hacia mas inservible y lo sabia, pero no estaba dispuesta a cambiar. No tenia ganas hacia rato. 

Los días pasaron y mi viejo decidió volver porque ya eran muchos días sola. El 1 de diciembre llego a capital tipo 9 de la noche, a las 11 lo llamo el medico